Memoria fisica

Siempre me molesto de mi trabajo de oficina como desarrollador de software, que cuando me iba a mi casa seguia pensando en cosas del trabajo y hasta he llegado a soñar con lineas de codigo en esos dias criticos. Siempre me fue imposible desconectarme de los pensamientos laborales de la misma manera que se puede desconectar un televisor o a Neo de la matrix. Eso es lo que nos diferencia de un termostato: la memoria.

Estando en Nueva Zelanda, en este desvio que hice en mi vida, y haciendo laburos de fabrica, campo y restaurante (lavando platos) pense que mi problema de memoria laboral iba a terminar pero ahora me doy cuenta que no es asi… Si bien no llego al hostel y pienso en los 479 platos que voy a lavar al dia siguiente, en los 643 contenedores de plastico que voy a tener que mojar y poner en una maquina a lavar y en los 245 baldes que voy a hacer como que los lavo; existe lo que denomino ‘memoria fisica’. No pasa un dia sin dolerme la espalda y las manos luego de estos trabajos ‘forzados’. Los dedos me duelen tanto que casi no toco la guitarra y la espalda me queda tan dura cuando salgo del laburo que siento que no me entran los musculos en la piel. Supongo que me ire acostumbrando y cada vez se ira haciendo mas ameno.

Como nota de color les cuento que una noche soñe que lavaba y lavaba y no paraba de lavar platos, y otra noche soñe que un tiburon me comia (estoy harto de comer tiburon en el restaurante)!!!!!!!!

Si no me quejo no soy feliz.